En España hay 101.397 bares. Esto implica la friolera de 2,8 bares por cada mil habitantes. Y por pura estadística, es muy probable que tengas un bar cerca de casa, debajo o, como mucho, en la calle de al lado. Pero te avisamos, eso es raro. ¿Qué calle no tiene su propio bar? Siempre hay uno. Nosotros, de hecho, hemos llegado a pensar en más de una ocasión que hay más bares que urbanizaciones. De hecho, si empiezas a tirar de memoria seguro que te salen más de 10.
Los españoles somos muy de bajar al bar cerca de casa. Y si no es de nuestra casa, será de casa de nuestros padres, de nuestros suegros, el que pilla al lado del curro, al que íbamos con los amigos o al que te ponen siempre el partido de tu equipo. Todos tan diferentes como parecidos, todos con encanto y todos con algún recuerdo.
Por eso el bar cerca de casa o «debajo de casa», como nos solemos referir a él, es realmente un concepto a la par que una realidad. Porque literalmente igual no está debajo, quizá esté al final de la calle o en la siguiente esquina, donde el ruido moleste menos. A veces se suele confundir con el «bar de enfrente» pero ese suele ser menos atractivo. Porque lo vemos desde la ventana, probablemente. O mejor dicho, nos ven. Porque cuando eres joven corta el rollo que tus padres te puedan controlar cuánto bebes o con quién te juntas en el bar. Pero cuando te casas pasa a hacerlo tu pareja. Y aunque no sea nada malo, tampoco es malo querer algo de intimidad, ¿no? A todos nos gusta gritar bien fuerte y agitar la copa cuando nuestro equipo marca gol o gana algo. Y mejor hacerlo sin estar cohibidos. Por eso el bar bueno es el bar cerca de casa, no literalmente enfrente de casa.
En la vida, hay muchas cosas que pueden cambiar. Tu personalidad, tu trabajo, tu forma de vestir, tu pareja…. Pero hay dos cosas que no cambian salvo casos muy extremos: tu bar de siempre y tu equipo de fútbol. Y normalmente es porque van unidos. Tu bar te conoce, sabe de qué pie cojeas: a quién votas, qué equipo animas y quiénes son tus jugadores favoritos. Y eso es desnudar tu alma. No puedes ir haciendo eso por cada bar que encuentres. Aun como está el panorama actual, te sería mucho más fácil cambiar de casa que cambiar de bar, ¿a que sí?
En Barty nos encantan ese tipo de relaciones. Queremos que el bar cerca de tu casa sea «tu bar». Ese bar con el que compartirás tu vida. Como dicen los curas: «en la salud, la enfermedad, la alegría, la tristeza, la pobreza…» y si te toca el gordo, la abundancia. Que puede que incluso sea el caso porque son los sitios donde más décimos se venden después de las administraciones de lotería.
¿Te animas a empezar una relación para toda la vida? 🙂